El trabajo en equipo: lo que es y lo que no es

Cuando alguien dice “trabajo en equipo” automáticamente vienen a la mente imágenes de empleados felices, chocando las manos, logrando objetivos con eficiencia quirúrgica y en general siendo un grupo de personas súper alineadas. Spoiler alert: esa imagen es una utopía si no se entiende realmente qué carajos significa trabajar en equipo.

Vamos directo al grano: el trabajo en equipo NO es un grupo de personas reunidas en una sala diciendo “¡Somos un equipo!” y esperando que la magia suceda. Tampoco es una serie de individuos que comparten una oficina pero cada quien está más preocupado por su propia gloria que por el objetivo común. Y mucho menos es una excusa para que uno haga todo mientras los demás “apoyan moralmente”.

Sun Tzu, en El arte de la guerra decía que una estrategia sin táctica es el camino más lento hacia la victoria, pero una táctica sin estrategia es el ruido antes de la derrota. ¿Y esto qué tiene que ver con el trabajo en equipo? Te preguntarás, ¿Por qué este Rafael no va al grano?Pues tiene todo que ver. Un verdadero equipo no es solo un grupo de personas trabajando en un mismo proyecto,sino un conjunto de individuos con habilidades complementarias, un objetivo claro y una estrategia definida para llegar a él.

Ejemplo clásico: una banda de rock. Imagina que en una banda todos quisieran ser el guitarrista principal. Se acabaría el bajo, la batería, la armonía… y lo único que tendríamos es un montón de solos sin sentido. O peor aún, imagina que cada quien toca lo que se le antoja sin seguir la canción. ¡Felicidades!!!, acabas de presenciar un desastre musical (y probablemente la disolución de la banda en vivo). El trabajo en equipo es entender qué rol juega cada uno y ejecutarlo de forma coordinada para lograr el mejor resultado posible. Así es, trabajo en equipo es que cada quién haga lo que le corresponde en el momento en que le corresponde.

Simon Sinek experto en liderazgo habla del concepto de “círculo de seguridad” en su libro Leaders Eat Last. La idea es simple: cuando hay confianza en un equipo sus miembros trabajan sin miedo a ser saboteados o juzgados lo que permite que las ideas fluyan y se logren resultados extraordinarios. En otras palabras, un buen equipo es aquel donde nadie está afilando cuchillos para clavarlos en la espalda de otro.

Ahora pasemos a lo que sí es el trabajo en equipo: trabajo en equipo si es una sincronización de habilidades donde cada quien juega su papel, donde la comunicación es clara y donde los objetivos individuales están subordinados al éxito colectivo. Es entender que en un partido de fútbol si el portero decide salir a meter goles porque “es lo que le late”, lo más probable es que terminen con una goleada en contra.

Conclusión simple: el trabajo en equipo no es una frase motivacional en la pared de una oficina. Es un esfuerzo consciente de coordinación, confianza y ejecución. Y si tu “equipo” parece más una escena de Los Tres Chiflados que un grupo funcional probablemente sea momento de replantear la estrategia o salirte del equipo. Porque al final si en un equipo uno corre, otro camina y otro se queda viendo el celular el equipo no van a ningún lado… excepto al fracaso, pero en compañía.

Así que si alguno de tus compañeros o tu mismo jefe o alguno de tus familiares te acusa de no saber trabajar en equipo porque no haces el trabajo de alguién más, alejate de ese pendej@ no se te vaya a pegar.

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